BEN XHËN KUINHU NUGULA

Daniela

Nugula, run bayuchi gunchi’u kuinhu, ti kuëzu nu nakatela gun kiu tuchi’i,
Na waj ora chi beu lenha renhi, ti gdëdu nu guenhi tëdibe kiu,
Ti nakaru bagixi, nha ilutieh re’u, o, ulutzeine re’u yú,
Ti gdëdu nu glidza lhi nakizi, ti nakaruh beba,

 

Mi nombre es Verónica Antonio Vásquez, estudio el octavo semestre en Administración y Desarrollo Sustentable en el Instituto Superior Intercultural Ayuuk, ubicado en la sierra norte del estado de Oaxaca.


Mi experiencia en estos tiempos de confinamiento por el COVID-19 comienza desde finales del mes de marzo, cuando el director del Instituto, Francisco Morfín, o como todos le decimos Paco, nos informó que nuestras clases se cancelarían por el coronavirus y que debíamos irnos a nuestros lugares de origen o quedarnos en Jaltepec, sede de la universidad. Todos los estudiantes, incluida yo, teníamos que decidir ¿dónde queríamos estar?, porque apenas comenzaba a expandirse esta pandemia en México, así que era más fácil movernos de un lugar a otro, siempre y cuando, tomáramos las precauciones sanitarias en el traslado.

Esta serie de narrativas nos permite explorar, mirar y trabajar estos momentos que vivimos frente a una pandemia. Obligados a cambiar nuestras rutinas y formas de vida.
Ante la crisis latente, nuestros estudiantes han posibilitado compartir-narrar su experiencia desde su persona, comunidad, construyendo así una memoria que les permite transitar estos tiempos de crisis humanitaria.
En los momentos en los que las historias y problemáticas se posicionan de forma dominante en nuestras vidas, o en la vida de un grupo o comunidad, se encuentra formas de recontar la vida, poniendo atención a vincular o resignificar las experiencias que concuerdan con lo que es importante para ellos, ellas y sus comunidades, en este sentido escribir para no olvidar, escribir para transformar, escribir como un acto político en contra del olvido, es otra manera de enfrenta y salir de los momentos de tensión.

 

Monserrat

Soy Monserrath,
mis raíces están Ndaniguiaa [San Pedro Comitancillo], pueblo Binniza´, ubicado en el Istmo de Tehuantepec.
Mi sentido de pertenencia hacia la comunidad, busca una educación distinta como la que me ofrece el ISIA, se sostiene en la vida comunitaria, la que mis abuelos me mostraron desde mi infancia.
Cuando pienso en ellxs, las imágenes que llegan a mi mente son la de mi abuela haciendo memelas, totopos o tortillas; mi abuelo regresando de la milpa, mientras yo jugaba entre las plantas de mi casa, viendo y cuidando a los animales que teníamos en el patio de la casa como gallinas, patos y gansos.
Así transcurrió mi infancia.
Ahora me encuentro en el segundo semestre de la carrera en administración y desarrollo sustentable, en el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA). Desde el inicio de la cuarentena, nos comentaron que el contacto con lxs profesores sería vía correo electrónico, nuestra ventaja es la creación de correos por parte de la universidad. Comentando la diferencia con otros jóvenes de mi comunidad, no tienen manera de como contactar con sus profesores.

<<Estando también en comunidad nos repensamos cada día, pensamos en protegernos, en trabajar, en subsistir y en florecer...>>

 

Mi nombre es Gabriel Ruíz Ramírez, estudiante del ISIA del segundo semestre de la licenciatura en Educación Intercultural,  soy zapoteco, y nuestra lengua tiza geríiun me acompaña en esta casa Ayuuk, desde el comienzo, de la pandemia, no tuve dudas y regresé a casa sano y salvo, nunca pensé que a partir de entonces las cosas cambiarían. Estudiar una carrera siempre es un reto, pero lo es aún mayor a distancia desde contextos comunitarios. En ocasiones debemos estar al pendiente de dos aspectos: uno es la escuela y el otro la casa. 

 

Juntas Poderosas

mujeres

 

“Descubrir que juntas podemos lograr grandes cosas,

porque cada persona tiene su propia forma de ver el mundo,

pero esas diferencias son las que nos hacen poderosas”.

 

Un grupo de mujeres, estudiantes, docentes y colaboradoras del Instituto Superior Intercultural Ayuuk, unieron sus voces contra la violencia a través de un mural colectivo realizado en fechas pasadas.

En marzo se conmemora el día Internacional de la Mujer, fecha que nos recuerda la lucha de mujeres que buscaban que se visibilizara en la historia, en México las estadísticas diarias nos muestran que 10 mujeres son asesinadas al día. Todos hemos escuchado al menos un caso de los que han cimbrado el país, pero hay muchas historias que siguen en silencio, sin voz por que las desaparecieron, las asesinaron.

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