Conscientes, competentes, compasivos, comprometidos. Así culmina 10 estudiantes, ayuuk, ikoots, mixteca y chinanteca de las licenciatura en educación intercultural y administración y desarrollo sustentable. La comunidad ISIA se llenó de fiesta y nostalgia en la ceremonia de fin de cursos de la generación 2021-2025.
El Mtro. Edilberto Cardoso Vásquez, director del Instituto Superior Intercultural Ayuuk, reconoció el esfuerzo que se culmina en la etapa de formación “que esta estancia en el ISIA les haya permito buscar, indagar, experimentar, preguntar, porque las preguntas nos movilizan, deseo que hayan desarrollado la vista, el oído, principalmente el oído, porque la escucha nos lleva a conectar con la palabra de la gente, la palabra de la gente es lo que nos va a dar pistas y horizontes, pero también es donde construimos las utopias, esas utopías que son las esperanzas que sembramos y nos movilizan cada día en nuestra vida”, apuntó.
Desde el 2017 en el Instituto Superior Intercultural Ayuuk se realiza el Nëë wyënxëtuu’nën – festival del agua, inició en coordinación con las Autoridades Comunitarias de Jaltepec de Candayoc, la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca, Servicios para una Educación Alternativa A.C y Radio Mayaaw.
Un espacio enriquecido por la visión de las experiencias de educación en el sureste mexicano, se dio gracias a la celebración del encuentro de experiencias educativas del Patronato Pro Educación de Guaquitepec A.C y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk, celebrado el pasado 26 y 27 de agosto del presente año. Las y los representantes de cada institución vivieron una jornada de trabajo y reflexión en la que analizaron la trayectoria de cada una de las instituciones que atienden a población del nivel medio superior y superior así como los cambios, retos y estrategias en sus territorios que trastocan la vida de las juventudes, como lo son la incertidumbre, los contextos de violencia, la organización comunitaria, la lengua y las tecnologías.
En las paredes del ISIA se observan nuevos trazos y colores que nos invitan a pensar en el cuidado de la mente y el corazón.
El arte es una herramienta de comunicación y expresión que permite a las personas comunicar ideas, emociones y experiencias donde a través del dibujo, la danza, canto, poesía, fotografía, murales y entre otras tantas que las personas van experimentando para expresar lo que se vive, siente o desea. Cuando el arte es pensado desde el cambio social tiene un gran impacto ante los demás ya que inspira a las personas a reflexionar y a tomar decisiones.
Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos. La preocupación por el medioambiente es una cuestión de agenda en nuestro presente que nos compete a todos, todas. Esa es una de las misiones del ISIA y lo vemos también en los apostolados de la encíclica Laudato sí. Qué hace el llamado al cuidado de la casa común y a mirar el entorno como parte de la vida misma.
Como parte de las estrategias de enseñanza aprendizaje, siguiendo el modelo educativo del ISIA que nos invita a “contribuir a la protección, preservación, fortalecimiento y cuidado de la vida…”
El Laboratorio de alternativas agroecológicas y solidarias (LAAS), integrado por alumnos, alumnas y docentes de esta casa de estudios, suman esfuerzos para el cuidado de nuestra casa común y desde la apuesta a la autosuficiencia alimentaria como modelo para la producción de los alimentos propios. Este eje ha sido un trabajo de muchos años, que ha llevado un proceso de restauración de suelo, pasar de un potrero a un bosque comestible que permita la reproducción de semillas, la siembra y cultivo de algunas especies que son de uso cotidiano en la cocina de nuestro comedor universitario.
Este esfuerzo ha sido la sinergia que atraviesa la parte académica desde las diversas asignaturas y los conocimientos locales que se integran para el cuidado de la tierra.
“Es muy bonito tener en la casa tus matas de chile, cebollín, tomates, ejotes porque cuando hay una carencia es ahí cuando lo sacan de apuros a uno, yo soy feliz haciendo las siembras de estas plantas” lo comparte Doña Alba, integrante del equipo LAAS, con una sonrisa que te da esperanza de que comer sano sí es posible.
Entonces sembrar, en medio de un sistema que a gritos nos demanda el consumo excesivo y los monocultivos que acechan la región, se vuelve un movimiento de resistencia a la vida. Por ello el reconocimiento y aporte que desde el laboratorio de alternativas agroecologicas y solidaria realiza. Esto ha permitido que la papaya, mango, jícama, piña, limón, mandarina, litches, plátanos, ciruelas, carambola, jamaica, yuca, calabaza, frijol, tomates, cebollín, nopales, aguacates, chile de árbol, café, maíz, quelites, además de plantas curativas y comestibles son el resultado del cuidado y esfuerzo dedicado a este espacio que florece en cada temporada.
El reto es lograr la autosuficiencia alimentaria, vamos caminando con respeto y cuidado de lo que nos rodea.